Otro video sensacionalista y controversial me mostraron ayer, parece que todos los días hay uno nuevo o varios de ellos. En estos videos los protagonistas son un tipo de personas que no son extrañas en el mundo evangélico porque estaban ahí…
Sí, estaban ahí y lo sabíamos. Estaban ahí y compartíamos con ellos (tal vez en otras iglesias, pero sabiamos que existian). Muchos nunca cumplieron ni siquiera con los requisitos mínimos para ser miembros en plena comunión de la iglesia.
Estaban ahí, pero la falta de madurez que exhibían les impedía llegar al liderazgo de la iglesia y siempre estuvieron relegados a las últimas filas de bancos o sillas. Estaban ahí y no se les daba el micrófono ni para dar anuncios. Estaban ahí, pero no eran visitadores de las plataformas y menos de los púlpitos.
Entonces porqué tienen tanto impacto en la sociedad. Aquí algunas razones, la gente busca lo sensacional, morboso, estrafalario y estrambótico y estos hermanos con sus videos cumplen a la perfección ese perfil. Lamentablemente por cada video que contiene una representación sana y correcta del evangelio bíblico hay una docena con herejías y quien sabe cuantas tergiversaciones de la Palabra.
Ha sido este proceso pandémico que ha provocado que la mayoría de las iglesias abran sus ojos a la importancia de la tecnología y el internet como medio de llegar a las personas. Anterior a eso se debe confesar que habíamos dejado el terreno de la internet a gente a los cuales nunca les dimos el púlpito porque conocíamos de sus debilidades doctrinales y falta de formación y ahora estamos cobrando esta acción de repliegue.
Para no ser extenso, solo pido a los ministros serios y responsables de la Palabra que produzcan contenido para la internet. Hay interesados en vender una imagen del evangelio distorsionada y fanática con elementos de una sociedad medieval.
Tenemos la responsabilidad de mostrar el verdadero evangelio, ese que provoca cambios en todos los extractos sociales y transformó la historia mundial y que además presenta a Cristo como único camino al Padre.
Las redes sociales y la internet son hoy un micrófono y un púlpito que no debemos menospreciar y donde la verdad del evangelio debe ser proclamada con intencionalidad.
Ps. Gemuel Delgado
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