Madres en la mente de Dios.
Éxo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, (G) para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. (H)
Éxo 21:17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.
Efe 6:2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.
Estos tres versículos presentan en forma breve la relevancia de la Madre en la cultura hebrea y la importancia de la misma en la relación hombre y Dios. El honrar a los padres no era solo una norma para lograr la paz en el hogar, esto más bien era un requisito para mantener una relación estable con Dios. El Señor promete que alargaría o bendeciría de forma especial a quienes honraran a sus padres y en
el caso que nos ocupa a la madre.
Para Dios la madre más que una simple ama de casa, era la consejera de las más jóvenes, velaba por la imagen de su esposo y sus retoños. Y honraba a su esposo en medio de la comunidad, hacia labores y sellaba su dedicación con el silencio.
En todas las Escrituras vemos como las madres siempre estuvieron presentes en los planes de Dios. Sara, Rebeca, Jocabeth, Ana, María y otras. Son solo algunos nombres de mujeres sabias, virtuosas y dedicadas que sirvieron como elemento fundamental en el cumplimiento del propósito de Dios para con su pueblo. Aunque se demandaba cierto nivel de silencio para la mujer en público, esto no era así en el hogar en donde ellas eran las protagonistas especialmente si se habían convertido en madres. Esto lo notamos en la historia de algunos reyes que con frecuencia buscaban el consejo de su progenitora, como es el caso de Salomón.
A pesar de que la cultura hebrea tenía un lugar preferencial para los hombres. Las mujeres alcanzaban prestigio delante del pueblo cuando se convertían en felices madres, incluso se veía como maldición el hecho de que una mujer casada no tuviese hijos.
En muchas ocasiones el mismo Dios le hacía notar al pueblo que los amaba de la misma forma en que una madre ama a sus hijos. La madre cuida y protege a sus hijos, así también lo haría El con ellos. Cuando vemos al mismo Señor usando esto como ejemplo de su amor, es otra razón para que entendamos la importancia de las madres para Dios.
Las civilizaciones del pasado siempre fueron más respetuosas y dignificantes en lo que respeta a la imagen de las madres en la comunidad. Independientemente de los atrasos educativos, económicos o cívicos. Las personas siempre respetaban a sus madres incluso aun en las sociedades más salvajes.
Increíblemente con el pasar de los siglos, la figura de la madre se va desgastando y llegamos hasta nuestra actualidad con una pérdida elevada del concepto de madre aun en las ciudades más avanzadas.
Vemos como el homosexualismo se expande y en la búsqueda de alternativas para tener hijos, este tipo de parejas alquilan vientres de mujeres para lograr tener un hijo. Este tipo de ejemplo nos muestra como de forma progresiva se va perdiendo el concepto bíblico de la madre.
Aunque la sociedad proclame que respeta y siguen los lineamientos del pasado en cuanto a las madres, vemos como en la práctica esto no es así. Es normal ver en los noticieros reportes del crecimiento del índice de madres solteras, madres adolescentes, etc. Estas son situaciones que analizadas nos llevan a la conclusión de que el concepto original de madre cada vez más se extingue de la mente de esta sociedad.
Comentarios
Publicar un comentario
Dejanos una palabra.