David
se fue de allí, y escapó a la cueva de Adulam. Cuando lo supieron sus hermanos
y la casa de su padre, fueron a él. Y
se juntaron con él los afligidos, los endeudados y los descontentos, y fue jefe
de ellos. Tuvo consigo como cuatrocientos hombres.
1Sa
22:1-2
Si existe algo natural en la vida es la
queja. Nos quejamos de todo, de la noche, del día. De la lluvia, de la sequía.
Del frio, del calor. Se quejan los ricos, también los pobres. En fin todos se
quejan. Imagínense a David siendo perseguido por la persona más poderosa del país,
Dios le había prometido que sería rey, pero ahora es un fugitivo y esa promesa se
esfuma en el horizonte.
Como lugar de refugio obligatoriamente
escoge una cueva espaciosa, fría y húmeda. Llena de murciélagos y escorpiones,
este lugar tenía todas las cualidades para convertirlo en un maestro del
quejismo (Arte de quejarse, cosa mía). Su familia enterada de la nueva
residencia de David decide acompañarlo, era más seguro para ellos estar en la
cueva que en Belén soportando los embates del rey. Ahora David tiene más
razones para quejarse, el hombre que proféticamente ha sido llamado a vivir en
palacio se encuentra con toda su familia en una miserable caverna.
Transcurren los días y David observa como
unos desventurados, angustiados y afligidos sujetos van llegando a la gruta. Ahora
el problema es mayor, ¿cómo alimentar a estos individuos que para colmo no
vienen a traer, sino a buscar refugio? Llegado a este punto David hace lo
impensable, en lugar de quejarse y lamentar su situación. Decide crear un ejército
con todos estos hombres que aparentemente no sirven para mucho.
Si conoces un poco la historia de David, habrás
escuchado sobre sus valientes, estos hombres no se añadieron a su ejército después
que se convirtió en rey, tampoco fueron entrenados en una academia militar
especial. Este ejército de valientes nació en una cueva cuando su líder decidió
que en vez de quejarse se podía sacar provecho a la situación.
Deja de quejarte y si las personas vienen a
ti con quejas o aflicción de espíritu conviértete en su líder y transforma ese
descontento en la mejor motivación para ser guerrero.
DIOS LOS BENDIGA ME FUE DE MUCHA BENDICION ESTE COMENTARIO SOBRE LA CUEVA DE ADULAM,YA QUE TENIA QUE PREDICAR SOBRE ESTA PASAJE.DIOS QUIERE QUE HABLE SOBRE LA QUEJA DE SUS HIJOS.AMEN UN SALUDO DESDE CORDOBA ARGENTINA.
ResponderEliminar